Desde tiempos inmemoriales se ha jugado al fútbol en muchas superficies y sobre muchos terrenos diferentes, pasando de los campos de tierra (o albero) al césped natural o al ya más moderno artificial que ahora, en muchos estadios, se hibrida con el anteriormente mencionado. Todo ello, sin obviar el fútbol sala, que se juega sobre cemento o parquet o el fútbol playa en el que la arena hace de peculiar e irregular tapete que dificulta en gran manera una buena circulación de balón o una elaboración más ortodoxa.
Nuestra protagonista, la joven alicantina Inés Rizo Galiano (Novelda, 2004), inició sus primeros pasos junto al balón en las pistas de fútbol sala de su colegio por influencia de su hermano al que quiso copiar. Del fútbol escolar pasó a otra escuela, ésta únicamente futbolística, la del Noveldense, club de su ciudad donde dio sus primeros pasos de forma federada, justo antes de que el Elche se fijara en su buen hacer con el balón y la incorporara para su cantera femenina. Por aquel entonces, ya destacaba como jugadora joven y espigada para su edad, con velocidad, desborde y desparpajo para encarar, driblar y en muchas ocasiones ir sumando goles. Unas dotes futbolísticas que el pasado año mostró en el COTIF en el que no pasó desapercibida y fue incluida entre las mejores once jugadoras del prestigioso torneo. “Hice un buen torneo y me esforcé bastante” asegura la atacante franjiverde que no descarta volver a meterse entre las destacadas: “Repetir sería premiar el esfuerzo y el trabajo realizado durante el torneo”. Aunque en la última temporada desarrolló su fútbol en el extremo izquierdo, siempre se ha caracterizado por poder ocupar cada una de las posiciones del ataque de su equipo: “Mediapunta, delantera, extremo…”, sus registros futbolísticos le permiten una veloz adaptabilidad que puede variar sistemas en un mismo partido.
Este verano no ha sido uno cualquiera para Inés que se ha iniciado en el fútbol playa y de qué manera. Hace apenas unas semanas se proclamó campeona de España sub-19 con la Selecció Valenciana Valenta entrenada por Sonia Prim, una jugadora que también sabe lo que es disputar algún que otro COTIF. “Nunca había jugado antes al fútbol playa, mi primer partido fue contra la selección de Andalucía en el campeonato de España, y me apunté porque una amiga mía del Elche jugaba y me animé yo también”, expone sobre cómo se planteó cambiar puntualmente el césped por la arena. El comienzo de Inés no pudo ser mejor: tardó dos minutos en estrenarse con un gran gol de falta en el primer encuentro de la fase de grupos en el que anotó otro, aunque eso no pudo evitar la derrota inicial frente a las anfitrionas andaluzas. Pese a ello, ni Inés ni sus compañeras (compartió equipo con Alicia Silva y María Tomás, también del Elche) se vinieron abajo. Frente al Melillense vencieron por goleada (7-2, dos de Inés) y el último partido de la primera fase se lo adjudicaron contra Murcia por un contundente 2-8 (con otros dos de la frajiverde). En semifinales volvió a ser decisiva con cinco tantos para un resultado final de 3-6 enfrente de Castilla-La Mancha. Ya en la gran final que les enfrentó de nuevo a Andalucía, sobresalió de nuevo la goleadora del torneo con un triplete en un partido trepidante que terminó 4-4 y que se decidió desde el punto de penalti, desde el que, por supuesto, ella metió el suyo. Un campeonato del que salió como máxima goleadora (14 tantos) y referente de su equipo. Una jugadora camaleónica capaz de brillar sobre cualquier superficie.