Argentina cambió su rumbo después del Mundial de Rusia y Sampaoli se despidió de la albiceleste. El efecto dominó llevó a Lionel Scaloni y Pablo Aimar al COTIF de l’Alcúdia, una decisión que ha levantado pasiones en Valencia. Volvía un Dios. Marcelo Bielsa aseguró que el fútbol era menos dramático cuando lo ejecutaba el “pibe inmortal” y Maradona arguyó en 2002 que Aimar era el único jugador del mundo por el que pagaría una entrada a un estadio. Conversar con el excentrocampista es experimentar con el fútbol. Tiene muy claro el juego que quiere trasladar a las próximas generaciones de la albiceleste. Asegura, convencido, que no quiere perder “esas sensaciones” que distancian al fútbol de la ciencia exacta.
Carles Senso y Vicente Tafaner
Pregunta.- Argentina vuelve al COTIF tras ganar el título hace unos años y y sumar varios subcampeonatos. Es siempre una animadora del torneo. ¿Cómo se observa desde la federación albiceleste el torneo alcudiano?
Respuesta.- Es de gran importancia. La Selección Argentina ha venido varias veces e incluso lo ganó en 2012. Queremos dejar una buena imagen de nuestro fútbol y de nuestro equipo. Que el aficionado admire el comportamiento de los chicos y disfrute en lo futbolístico. Hemos aprovechado el poco tiempo que teníamos para ver partidos y preparar este certamen. Venimos con la intención de firmar una buena actuación y repetir victoria. Nos gustaría proclamarnos campeones.
P.- ¿Qué propuesta de juego ofrecerá la Argentina de Lionel Scaloni y Pablo Aimar?
R.- Hay que tener en cuenta dos factores: el torneo se juega sobre una superficie a la que los jugadores no están acostumbrados y las medidas del campo son más pequeñas, no obstante, el deporte es el mismo. Llevar la camiseta de la selección siempre exige el máximo de cada jugador. También respeto hacia el rival, hacia el COTIF y hacia el juego que queremos desarrollar. Nuestro objetivo es mostrar un buen fútbol. Queremos que el equipo sea ofensivo y salga siempre a ganar.
P.- Cuando jugaba era un mediocentro al que le gustaba tener el balón, ¿es eso lo que intenta transmitir a los jugadores?
R.- El problema es que el estilo se le puede transmitir a uno o dos jugadores. Todos no pueden asumir ser el epicentro del juego. Lo que intento es trasladarles los valores propios del fútbol argentino, que son la solidaridad o el compañerismo. En cuanto a su progresión, buscamos la mejora individual de cada uno y estar a su lado para que algún día puedan llegar a la absoluta. Junto a Scaloni, nos gusta que el equipo sea protagonista allá donde disputa un partido o un campeonato.
P.- ¿Cómo se define como técnico?
R.- Soy alguien que intenta ayudar a los chicos a ser mejores. Llevo poco tiempo. Me gusta acompañarlos y poder aportar mi experiencia para que se conviertan en grandes profesionales. Todavía no tengo la ilusión ni el deseo de dirigir conjuntos de adultos. Me interesa mucho este ámbito. Quiero que los jóvenes sigan viendo el fútbol como un juego. Aunque tenga matices, si un futbolista quiere progresar lo tiene que hacer a través del disfrute, del amateurismo, de la sonrisa en los entrenamientos y sin la excesiva presión que existe en la élite.
P.- ¿Con qué entrenadores se queda de su carrera?
R.- Con los que al tiempo de estar con ellos me di cuenta de que era mejor futbolista y había aprendido. José Pekerman, Marcelo Bielsa o Jorge Jesús son algunos ejemplos. Los jugadores venían a los entrenamientos y con el tiempo, se habían convertido en referentes en su posición. Muchos se iban mejores. No solo se crecía dentro del campo, también su influencia iba más allá del vestuario. Ese es el estilo que me gustaría seguir.
P.- Cada vez hay más exjugadores que deciden sentirse en el banquillo. ¿Ofrecen una diferente empatía frente a aquellos que no han estado en la élite?
R.- El exfutbolista tiene algo diferente, sobre todo los años después de haber jugado. El que no ha llegado al máximo nivel puede lograr mejores resultados y armar un equipo capaz de ganarlo todo, por eso el fútbol es un misterio. Incluso gente que no tiene un gran vocabulario ha conseguido grandes éxitos frente a otro que parece estar muy preparado. Creo que tiene que ver mucho el momento y el lugar, aunque también hay otros factores que influyen en una plantilla. Lo que puede aportar un exjugador es no olvidar que el fútbol tiene mucho de sensaciones. El ejemplo está en un portero que para un penalti. Después de detenerlo, es muy difícil que falle en un disparo. El fútbol tiene mucho de autoestima y de confianza. Nosotros no los vemos como fichas de ajedrez que los puedes poner en un sitio u otro dependiendo de la situación. Espero no perder nunca esa esencia.
P.- ¿Qué siente al volver a Valencia?
R.- Mucha felicidad. Guardo muy buenos recuerdos y tengo lazos de por vida. Dos hijos míos nacieron en el Hospital 9 d’Octubre. Ojalá los cuatro que tengo puedan vivir aquí. De hecho, ya han estado y les ha gustado mucho. A título personal, cada vez que estoy en Valencia me tratan como en mi casa. La verdad es que estoy muy agradecido.
P.- ¿Cómo ve al Valencia CF de cara a la próxima temporada?
R.- Después de unos años en los que no estuvo bien, creo que la dirección actual está trabajando en la dirección adecuada. Hay buenos jugadores. Está claro que es difícil retenerlos, pero el club ha vuelto. Es un grande. Mestalla está siempre lleno y eso me gusta. La gente disfruta y se lo pasa bien. A mí me gusta mucho el entrenador. Lo tuve una semana y durante esos días, me di cuenta de que era un gran técnico. Se lo dije. Está capacitado para hacer grandes cosas. Se han vuelto a meter entre los mejores y espero que continúe esa dinámica. Es cierto que siempre ha sido muy complicado competir contra Real Madrid y FC Barcelona. De hecho, la gran mayoría de ligas y copas las han ganado ellos. Pero eso no es algo que ocurre solo en España, sino también en otros países. Solo espero que vuelva esa época histórica en la que ganamos títulos y nos inviten al festejo, coincidiendo con el centenario.
P.- ¿Cómo ha cambiado el fútbol desde que dejó el fútbol profesional?
R.- Hay menos creatividad y mucha más esquematización. Nosotros estamos intentando volver al método anterior. Nos gusta dejar más las cosas en manos de los chicos. Sobre todo, en estas edades, donde la mayoría de los entrenamientos tienen componentes lúdicos. Queremos que decidan, se equivoquen y acierten. Cuando los movimientos son naturales, es algo maravilloso.