“La mujer camina hacia la igualdad a través de buenos motivos futbolísticos”
Carles Senso, l’Alcúdia
Dieciséis años después de la última participación, en 2013 la selección española de féminas volvió a un Campeonato de Europa y a partir de ahí se produjo algo similar a una aceleración del tiempo histórico. Dos años después se debutaba en un Mundial y hace unos meses se ganaba a algunos de los combinados más potentes a nivel internacional en un torneo legendario en Portugal. En verano llega la Eurocopa de Holanda y pocos se atreven a dejar a España fuera de las quinielas. Jorge Vilda (Madrid, 1981) es su entrenador y el encargado de protagonizar desde el banquillo una modernización exigida desde el campo. Asistió a l’Alcúdia para participar en una mesa redonda organizada por el Cotif con la mujer futbolista en el centro del debate.
- La mejora de La Roja femenina en los últimos años ha sido extraordinaria pero si se habla de posibilidades reales de España en la Eurocopa, ¿en qué situación está el combinado que usted dirige?
- Nosotros lo que estamos intentamos es llegar con las mejores condiciones posibles y creemos que estamos preparados. Sabemos, o creemos saber, que existe todavía un escalón con las selecciones de mayor nivel pero creo que esa distancia está desapareciendo. El equipo se lo está creyendo pero de forma positiva y eso es lo que nos ha llevado a conseguir la clasificación sin conocer la derrota y también jugar la Algarve Cup y poder llegar a ganar a selecciones de primer nivel como Japón, Noruega o a Canadá. Cualquier selección española no tiene que renunciar nunca a nada y no nos vamos a poner barreras. Existe una distancia mayor de la que nos gustaría con algunas selecciones pero estamos en condiciones de que se reduzca.
- ¿Qué selecciones observa como favoritas? ¿Sería una gran sorpresa que ganase España?
- Cualquier selección que ganase que no fuese Alemania sería una gran sorpresa porque ha ganado las seis últimas Eurocopas y lleva ya veinticuatro años de hegemonía absoluta. Tanto Inglaterra como Francia tienen gran nivel y no sería tan sorpresa si ellos ganasen. Después está una serie de combinados entre los que introduzco a España que quién sabe. Claro que se podría dar la sorpresa pero hay que esperar aún unos años para que se pueda contar con el nivel de otros países y poder competir desde el principio con todas las credenciales.
- Lleva toda una vida vinculado al fútbol femenino y cuenta con suficiente perspectiva como para poder extraer conclusiones genéricas sobre el fútbol femenino. ¿En qué estado se encuentra tras un cambio acelerado en los últimos años?
- Principalmente, en cuanto a número de licencias federativas sí que hemos aumentado considerablemente pero no todo lo que se debería. Nos movemos aproximadamente en las 40.000 licencias pero un país como España debería tener como mínimo el doble. Creo que en tanto en clubes como en selecciones territoriales cada vez existe mayor preparación. No hace tanto los entrenadores eran padres de alguna futbolista o alguien del club, que no siempre eran los más preparados. Los entrenadores a los que les tocaba dirigir al equipo femenino lo veían como un castigo. Eso ha cambiado. Ahora las jugadoras cada vez cuentan con más atención y pueden disfrutar de entrenamientos de más calidad. Las ligas cada vez tienen más nivel y desde la selección es fácil aprovecharlo. En el caso de las porteras se puede observar perfectamente porque ahora disponen de entrenamientos específicos y han mejorado muchísimo. Yo la diferencia principal la he notado en que las jugadoras que convocamos por primera vez y que tienen entre catorce y quince años cuentan con una fisionomía ya totalmente diferente. Ahora ya son deportistas. Y en cuanto a formación deportiva también se ha dado un salto brutal. Ahora son más conocedoras de la táctica y la técnica y se preparan más y tienen un comportamiento fuera del campo más responsable. Ahora podríamos decir que son más profesionales.
- El fútbol de la selección masculina ha contado en los últimos años con una filosofía de fútbol muy marcada que se reproduce en todas las categorías y que reproducía en cierta medida lo aplicado en el FC Barcelona, con un centro del campo clave en la creación. ¿Se respeta también en el combinado femenino dicha filosofía con el objetivo de reproducir los éxitos que se han conseguido por ese camino?
- Creo que existe una filosofía de España. Llevamos muchos años ganándonos el respeto futbolístico. Nuestro fútbol es reconocible en todos los niveles y en todos los rincones del mundo. A las jugadoras de catorce años les hablamos del mismo tipo de fútbol que a las chicas de treinta.
- ¿El enriquecimiento de las jugadoras que han podido jugar en el extranjero, caso de Vero Boquete o Irene Paredes, se nota en un crecimiento de su madurez y su fútbol y, paralelamente, del grupo?
- Sí se nota. Son jugadoras que han podido militar en clubes de prestigio que disputan ligas más competitivas que la nuestra y por lo tanto todas las semanas están jugando partidos de primer nivel en cuanto a exigencia. Ese es el mejor entrenamiento que puede tener una futbolista. A nivel de selección nos viene bien y mal al mismo tiempo porque vienen con mejor nivel pero nuestro seguimiento no puede ser el mismo, a pesar de las facilidades que da la televisión. A nosotros lo que nos gustaría es poder contar con una liga española de primer nivel y que todas ellas pudiesen ser reconocidas y jugar aquí.
- En algunos análisis parece que la mujer ha caído en la situación de discriminación y menores posibilidades de la actualidad como quien cae del cielo. Y claro, no es así. ¿La mujer cuando juega al fútbol se ve obligada a politizar su ejercicio, es decir, a reivindicarse con cada una de sus acciones? Igualdad no hay en la sociedad en la que vivimos, ¿caminamos hacia ella?
- Lo mejor es dar buenos motivos. Buenos motivos para que las sigan valorando como lo que son y como lo que valen y para que el fútbol femenino siga creciendo. Es algo que yo hablo con ellas. Está claro que deben reivindicarse y reclamar sus derechos pero la mejor fórmula es a través del campo, ofreciendo un buen nivel y buenos partidos. Así cada vez más gente se verá atraída por el fútbol femenino y las aficiones serán más grandes. Eso puede desembocar en nuevos patrocinadores y con ello el profesionalismo que se está buscando. Pero sobre todo lo importante es dar buenos motivos.
- ¿Hace falta una buena dosis de fútbol femenino y que los valores que se irradian desde él se trasladen también al llamado deporte rey patrimonializado por los hombres?
- Estamos ya en 2017, se han superado muchas barreras pero creo que es cierto que quedan por superar muchas más. La mujer va a tener el lugar que se merece.
- El mundo femenino tiene muchas cosas que copiar del masculino pero no todas y aportará muchas características propias que lo harán especial. En ese sentido, ¿qué está aportando la mujer al fútbol?
- Pienso que en cuanto a calidad las mujeres no tienen nada que envidiar a nadie. Creo que tenemos un gen español que en cuanto nacemos empezamos a demostrar, supongo que será porque rápidamente nos ponen un balón entre los pies y estamos acostumbrados a ver a los mejores jugadores del mundo todas las semanas. Tenemos esa suerte. Una de las mejores formas para aprender es la imitación y sólo por eso ya tenemos mucho adelantado. En cuanto a calidad, insisto, no tenemos nada que envidiar a nadie en el mundo y lo único que nos queda es dar el salto físico para ser lo máximo competitivas que podemos ser. Con ello cada vez el fútbol femenino será más atractivo.