La Rojita es la única selección que ha vencido a los rusos y si lo hace de nuevo será campeona del COTIF por tercera vez
España y Rusia se ven hoy las caras a partir de las 22 horas en la gran final de la trigésimo sexta edición del COTIF. Será la primera vez que ambas selecciones coinciden en la lucha por el título, con un partido definitivo que espera a miles de seguidores en las gradas. Curiosamente, el combinado español aspira a alzarse con su tercer trofeo, los otros dos los logró tras vencer a Argentina, la campeona del año pasado y también favorita este.
Ambas finalistas llegaban al torneo como aspirantes a arrebatar el trono a una Argentina que pudo defender el título sobre el césped. Es más, se vieron las caras en el primer encuentro de ambas en Els Arcs. En aquella ocasión, la Rojita demostró estar un peldaño por encima del combinado ruso, que perdió por 2-0 y dio una imagen que para nada se parecía a la ofrecida en el curso anterior, ni tampoco a lo que se ha visto en los días posteriores.
Aquel sería el único tropezón de Rusia en el COTIF, fue de menos a más. A partir de ahí, cada encuentro fue una goleada para los rusos. Baréin (5-1), Mauritania (3-0) y Argentina (0-3) fueron víctimas de una selección que, a la postre, llega a la final como primera de grupo. La selección del este de Europa juega un gran fútbol y sabe convertir las ocasiones que tiene. Suleymanov y Sevikyan llegan a la final con tres tantos cada uno y aspiran a ampliar sus respectivas cuentas y poder hacerse también con un título individual: el de máximo goleador del torneo. Otra de las bazas de Rusia es que cuenta en la portería con un gran Poletaev, una de las sensaciones del torneo. Además, destacan otros jugadores como Sadulaev o Krostov.
España llega a la final con una única mancha en su historial: la derrota ante Argentina. En un partido de máxima tensión, la Rojita disputó más de treinta minutos con dos jugadores menos tras las expulsiones de Adrián y Estacio. Pese a ello, solo un penalti en el último minuto del tiempo añadido impidió al combinado español sumar un punto. Sin margen para el error, España siguió desplegando un gran juego, basado en una mentalidad ofensiva, con mucho toque y posesión de balón. Alejandro Baena es el cerebro del equipo y en su acertado criterio a la hora de distribuir el esférico puede estar la clave del triunfo español. La defensa es otra de las virtudes de esta selección, con jugadores como Jon Pacheco en el eje de la zaga o Toni Herrero. Arriba no falta pólvora, con atacantes como Marc Tenas o Soto.
