“Enhorabuena. Ha tenido usted un superclase”. Esa debió ser la primera frase que escuchó la familia Zidane después de haber traído al mundo a cada uno de sus cuatro hijos -Enzo, Luca, Théo y Elyaz-. La calidad nunca se pierde y, en muchos casos, aunque no en todos, se hereda. Es el caso de este clan que, guiado por la genética de su padre, ha ido produciendo futbolistas que se han ido consolidando en el fútbol profesional. El más joven de ellos, Elyaz Zidane, está en camino de ello. Lo hace en el juvenil del Real Madrid que estos días ha estado demostrando su potencial sobre el césped de ‘Els Arcs’.
Al ver las alineaciones y la disposición en el campo, los comentarios entre las gradas, ojeadores e, incluso, en la tribuna de prensa eran generalizados: “Este chico tiene muy buena pinta”. Normal, es un Zidane. Como el que alucina delante de un Sorolla, un Velázquez o escuchando un tema inédito de Liam Gallagher. Y, encima, no lo hace de cualquier manera: lo hace con botas negras, camiseta por dentro y dorsal número 5. Casi nada.
En cuanto a su modelo de juego, el joven de los Zidane destaca por su corpulencia -aunque no deja de ser muy rápido-, colocación y salida de balón. Arbeloa, su técnico, ha confiado en él en los momentos más importantes del campeonato, hasta que han caído en las semifinales ante el Elche CF. Es, en definitiva, un puntal fundamental en los planes del juvenil madridista que esta temporada volverá a competir por todo en su categoría.
Catalogó el narrador Gaspar Rosety a ‘Zizou’ como ‘marqués del césped’. No sabemos si el narrador de la próxima generación podrá decir lo mismo de Elyaz. Desde luego, referentes en casa tiene, y calidad, también. De momento, sigue dando pasos de gigante para consolidarse en la élite como sus hermanos y continuar el camino de la saga Zidane, un apellido que se ha unido en esta 39ª edición del torneo a la larga lista de apellidos ilustres que han deslumbrado en el COTIF.
Toni Cerdà, COTIF