L’Alcúdia se convierte estos días en la capital del fútbol mundial. Durante la celebración del COTIF, la localidad de la Ribera puede vivir en primera persona la fiesta del mejor fútbol, pero también desarrolla su vertiente más humanista: la del fútbol como punto de unión entre civilizaciones, como el puente entre culturas diversas que, a través del deporte, se enriquecen unas a otras. Este papel fue puesto de relieve en la tradicional recepción oficial de los equipos participantes en el COTIF sub20, que tuvo lugar en el edificio consistorial de l’Alcúdia.
Durante el acto, los representantes de los diez equipos, seis clubes y cuatro selecciones procedentes de cuatro continentes distintos, se intercambiaron presentes y dialogaron largamente. Algunos sobre estrategias de desarrollo de futbolistas, otros sobre proyectos que traspasan el ámbito futbolístico. Charlas, en cualquier caso, que asientan las relaciones entre los clubes y las selecciones y que pueden ser la semilla de proyectos con mucho potencial.
Andreu Salom, alcalde de l’Alcúdia, puso en valor cómo la localidad se convierte en un Babel de culturas futbolísticas. Eliseu Gómez, presidente del COTIF, rescató sus palabras de la ceremonia de inauguración y celebró cómo los valencianos y valencianas se abren al mundo a través del COTIF. Además, quiso reflejar el gran nivel futbolístico que se está viviendo en la actual edición, con grupos que comandan de momento Argentina y Uruguay. La nota curiosa la puso el representante de Mauritania, que tiene como lengua natal el francés, pero que desarrolló su discurso en valenciano y castellano. Fue la píldora que condensa la esencia del COTIF: lo global en lo local, dos esferas que se enriquecen a través del vehículo del fútbol.